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La edad puede alterar las reglas normales de las relaciones, a medida que los padres envejecen y buscan (o simplemente necesitan) la ayuda de sus hijos. Si está considerando un acuerdo de vivienda compartida con uno de sus padres, una preparación cuidadosa aumentará su capacidad para defender la dignidad de todos y evitar errores comunes. Mientras planifica con anticipación, recuerde que la preparación vale la pena en mejores relaciones y calidad de vida, y que saber por qué sus padres necesitan ayuda es la mejor manera de comprender los próximos pasos y las responsabilidades futuras.
¿Quién se mueve adónde?
A veces, la mejor manera de compartir un hogar con tus padres es vivir bajo su techo. Obviamente, tus circunstancias y las de ellos ayudan a determinar si te mudas con ellos o viceversa. Si ya está solo, con una carrera, un hogar y una familia, probablemente no esté en condiciones de desarraigarse para buscar una nueva forma de vida.
El deseo de ayudar puede impulsar un pensamiento innovador, pero no confunda la desesperación con la inventiva. Por ejemplo, dejar un trabajo para cuidar a uno de sus padres normalmente no es una opción por muchas razones financieras obvias. Sobre todo, base sus planes en un razonamiento financiero sólido, no en un sentimiento de culpa o en el simple deseo de demostrar cuánto le importa.
Aprende, aprende, aprende
No se puede elaborar un plan viable sin considerar todos los aspectos de la situación de sus padres, y eso incluye tanto la salud física como la financiera. Si son una presencia constante en la vida del otro, es posible que tengan una mejor idea de las dolencias y medicamentos de sus padres que de cualquier desafío a su bienestar fiscal. Pídales que le muestren su presupuesto, deudas y activos para que pueda averiguar cómo (o si) podrán contribuir a un acuerdo de vivienda compartida. Al mismo tiempo, contabilice los medicamentos y todo lo que toman con regularidad, incluidas las vitaminas y los suplementos.
Piense en los aspectos prácticos
Cuando agrega un nuevo miembro a su hogar, realiza ajustes y concesiones para el cambio en la forma en que asigna habitaciones y recursos. ¿Tiene espacio adecuadamente accesible para la habitación de sus padres o esta mudanza lo obligará a remodelar o ampliar su casa? ¿Cómo compartirán usted y su familia las responsabilidades de cualquier cuidado que requieran sus padres? Necesitará una lista completa de las tareas de cuidado de sus padres, los horarios de los medicamentos, las citas y otros requisitos para poder planificar su cumplimiento. Si necesita ayuda con el cuidado, busque recursos antes de que realmente los necesite, en lugar de esperar hasta que sus padres se muden.
Ten una conversación franca con tus padres y el resto de tu familia.
Hable sobre los límites, las expectativas y la dinámica familiar para que realmente todos, incluidos los niños, los hermanos y otras personas, estén en la misma página. Si espera para convocar una conferencia familiar hasta después de la mudanza, es probable que se encuentre discutiendo opiniones contradictorias.
Por el contrario, si toda su familia acepta el plan y se siente incluida en el proceso, es menos probable que tenga que enfrentar conversaciones incómodas más adelante. Y aunque tus padres dependerán de ti para obtener más apoyo que nunca, recuérdales a todos que la independencia y la privacidad pueden ser esenciales para la dignidad y la autoestima. En la medida de lo posible, planifique su configuración para incluir horarios y lugares en los que sus padres estén solos.
entender la oposición
Ponte en el lugar de tus padres. Si las cosas cambiaran, usted podría sentir preocupación por la posibilidad de perder su independencia, y esa preocupación podría traducirse en resistencia a los tipos de planes y sugerencias que está a punto de hacer. Mantenga un enfoque directo, honesto y diplomático, y recuerde que algunas afecciones médicas, incluidas las formas de demencia, pueden aumentar la tendencia a la irritabilidad.
ser diplomático
Evite comentarios que suenen como si estuviera desafiando las capacidades y el estado mental de sus padres. Un adulto mayor puede tener problemas para recordar cosas nuevas, por lo que es posible que tengas que mostrarle cómo usar el teclado de seguridad o el servicio de entretenimiento en streaming más de una vez, idealmente sin detenerte en la repetición. Al mismo tiempo, a algunas personas mayores les gustan los dispositivos digitales, así que no asumas que tus padres no se darán cuenta. Una mente abierta siempre ayuda a que los nuevos arreglos de vida sean cómodos.
Mantente en la imagen
No es egoísta cuidarse a uno mismo. Tanto tu salud física como mental dependen de un descanso adecuado y no podrás apoyar a los demás si te desgastas. Encuentre maneras de crear “tiempo para mí” para no sumergirse a usted y a su familia en roles de cuidador que no dejan espacio para estar saludable.
Recuerda siempre cuando
Si eres como muchos niños que terminan en hogares compartidos con sus mayores, la sola idea de cambiar la relación de esta manera te hace sentir un poco incómodo. Después de toda una vida siendo hijo de tus padres, eso es completamente natural. Recuerda que incluso si las capacidades de tus padres han disminuido un poco, siguen siendo la persona que te ayudó a convertirte en quien eres.