Bienestar mental

Cómo ordenar para lograr la paz y el bienestar

6 de marzo de 2020
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El desorden en nuestros hogares a menudo parece algo más que un desorden antiestético o un peligro de tropiezo. Puede parecer un caos encarnado: la desorganización y el desorden de nuestras vidas en forma física. Deshacernos de lo innecesario y no deseado (en otras palabras, ordenar) puede descubrir el espacio y el orden en nuestras vidas. Lo cual puede ser no sólo un alivio, sino beneficioso para nuestra bienestar físico y mental también.

Para que sea lo más fácil e indoloro posible, expertos en ordenamiento recomiendan adoptar un enfoque organizado en el proceso. Sugieren usar cuatro cuadros (literal o figurativamente) para evaluar cada objeto en el espacio que estás limpiando: conservar, tirar a la basura, donar o reubicar. Comprender el alcance de sus opciones puede ayudarle a que sus decisiones de ordenación sean más fáciles y rápidas.

Para ordenar de manera efectiva sin perder la cabeza en el proceso, tome en serio estos consejos:

No te excedas.

Incluso si el desorden literalmente te llega a la cabeza, solo puedes hacer lo que puedes hacer. Sea honesto acerca del alcance de la casa, la habitación o el área que está ordenando y cuánto tiempo y energía tiene para realizar el trabajo. Si es demasiado, divídalo en partes más pequeñas.

Reserva el momento adecuado.

Hacer un orden antes de que vengan invitados puede ser un gran motivador, pero también puede generar una gran cantidad de estrés. Si eso no te funciona, reserva una cantidad de tiempo con la que te sientas cómodo, en un momento que te resulte conveniente. Para algunos, dedicar un día puede resultar satisfactorio. Para otros, una hora seguida puede ser el máximo. Se honesto contigo mismo.

Involucre a todos.

¿Un gran obstáculo para tus esfuerzos de ordenación? Decidir cómo lidiar con las cosas de otras personas. La solución más sencilla: no lo hagas. Pon a trabajar a todos los de la casa y haz que decidan el destino de sus propias cosas.

Completa cada fase.

Cualquiera que sea el tamaño de su tarea y sin importar cómo la divida, asegúrese de completar cada parte una vez que comience. Esto significa llevar basura a la basura y donaciones a los destinatarios de las donaciones. Las pilas preparadas para futuras donaciones o basura tienden a convertirse en otra forma de desorden.

No te distraigas.

Tu trabajo es ordenar. No para redecorar, ni recordar, ni siquiera reorganizar (aunque una vez que ordenes, tu eventual reorganización será más fácil). Mantente en el camino.

Haga un plan de mantenimiento.

Una vez que tengas el desorden físico bajo control, quizás quieras considerar aplicar algunas de estas mismas técnicas a tu desorden mental y emocional, también. ¡Te sorprenderá cuánto se pueden aplicar los mismos factores!