La cirugía puede ayudar con el reflujo ácido persistente, pero tiene algunas desventajas

Nadie quiere vivir con acidez estomacal crónica y es bueno saber que no es necesario. La cirugía puede ser una solución para cualquier persona cuya acidez estomacal persista a pesar de los medicamentos y los cambios en el estilo de vida, o para quienes tienen una inflamación esofágica grave, esófago de Barrett o esófago estrecho.

Por supuesto, la cirugía no es una elección que deba tomarse a la ligera y es importante recopilar la mayor cantidad de información posible antes de realizarla. Si estás buscando un punto de partida, sigue leyendo.

Una válvula debajo del esófago, cuando funciona correctamente, proporciona la barrera entre el ácido del estómago y el esófago. Cuando esa válvula se debilita o daña, se produce reflujo ácido, acidez de estómago, dificultad para tragar, dolor en el pecho y otros síntomas. Si el reflujo se vuelve crónico o grave, se trata de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). 

Para reflujo leve o moderado, cambios en el estilo de vida a menudo hace el truco. Las opciones de venta libre también son una opción y hay medicamentos recetados disponibles. Y cuando nada de eso es suficiente, se considera la cirugía.

La ERGE puede causar complicaciones graves que van mucho más allá del malestar. El ácido del estómago puede provocar inflamación en el esófago y, si persiste, puede causar sangrado, úlceras y daño tisular que dificulta la deglución. Como último recurso, la cirugía puede revertir estas complicaciones.

Funduplicatura Es la opción estándar y se puede realizar como cirugía abierta o laparoscópica. Requiere un par de días de preparación, durante los cuales se toma un medicamento para limpiar los intestinos y se sigue una dieta de líquidos claros. La cirugía en sí une la parte superior del estómago con el esófago, fortaleciendo en última instancia la válvula para que el esófago pueda sanar. 

Después de la cirugía abierta, los pacientes suelen recuperarse en el hospital durante varios días y necesitan de 4 a 6 semanas para volver a su actividad normal. La fundoplicatura laparoscópica generalmente requiere de 2 a 3 días en el hospital y de 2 a 3 semanas adicionales de recuperación. En cualquier caso, comer alimentos blandos durante un tiempo es útil para que el esófago sane.

La fundoplicatura es generalmente exitoso, con alrededor de 90% de pacientes que informan que sus síntomas se resuelven, pero alrededor de 10% informan dificultad para tragar y casi 20% encuentran un aumento en los síntomas relacionados con los gases, como hinchazón, flatulencia y eructos. 

Si está considerando someterse a una cirugía para corregir el reflujo ácido (o por cualquier otro motivo) y tiene preguntas, nuestros cirujanos tienen respuestas. Verificar HancockSurgery.com para obtener información sobre lo que sucede antes, durante y después de la cirugía, así como detalles sobre algunos de los procedimientos que realizamos con más frecuencia.